¿Cómo evalúas tus logros, talentos y valor personal? ¿Tienes una escala o base para comparar tu situación actual con lo que deseas alcanzar? ¿Te comparas con otros… amigos, colegas o personas de tu comunidad? Recomendamos establecer objetivos claros y diseñar planes para alcanzarlos. Todo es flexible, pero la constante debe ser tu progreso personal y profesional.
En mi caso, observaba a compañeros de clase, colegas y amigos para entender su posición en sus campos y así medir mi propio avance, siempre desde mi perspectiva. Definí metas para valorarme: ¿Cuál era mi aporte a la empresa, clientes, programas y metas que buscaba cumplir? Revisaba estos objetivos cada trimestre para ajustar enfoques y agregar nuevas habilidades a mi repertorio profesional.
¿Cómo determinarlo?
Para calcular tu valor personal, sé objetivo. Evalúa tu desempeño, contribuciones y cómo habría funcionado tu empresa sin tu trabajo. Hazlo sin emociones o influencias externas. Reflexiona:
- ¿Qué acciones adicionales podrías haber tomado para mejorar tu desempeño?
- ¿Qué factores externos (positivos o negativos) impactaron tus resultados?
- Considera incluso las limitaciones de otros, pero identifica cómo superarlas.
Crea un plan de acción para tu valor personal y profesional
Revisa tu progreso cada trimestre y establece nuevos objetivos para mejorar continuamente. Pregúntate:
- ¿Dónde quieres estar en tu puesto, empresa o carrera en seis meses?
- ¿Y en cinco años? (¡la clásica pregunta en entrevistas!).
Fija metas realistas, pero desafiantes. Apóyate en mentores y contactos para identificar oportunidades.
Factores externos que influyen
¿Quién o qué afecta tus metas? Aprende a anticipar estos elementos para minimizar su impacto. Por ejemplo:
- Favoritismo, nepotismo o redes cerradas: Difíciles de evitar, pero contrarrestalos manteniendo un desempeño impecable y documentando tus logros.
Ante obstáculos, sigue actuando con profesionalismo. Si tu entorno limita tu crecimiento, busca nuevas oportunidades sin descuidar tu trabajo actual.
Mide tu avance y ajusta estrategias
Cada trimestre, recalcula tus estrategias según cambios en tu trabajo, entorno y habilidades. Identifica:
- ¿Qué nuevas oportunidades existen?
- ¿Qué recursos o contactos necesitas para aprovecharlas?
Valor personal vs. percepciones ajenas
Suele ocurrir que subestimamos nuestro valor frente a las evaluaciones externas. Las revisiones empresariales priorizan los intereses de la empresa, no los tuyos. Por eso:
- Documenta tus logros, premios y contribuciones. Esto respalda tu posición interna y te prepara para oportunidades externas.
Al buscar nuevos desafíos, enfócate en cómo tus habilidades beneficiarán a la nueva empresa, no en las limitaciones de tu empleo anterior.
Si subestiman tu valor…
Conoce tu verdadero mérito y busca oportunidades acordes. Si decides cambiar de empleo:
- Mantén un desempeño alto y profesional hasta el final.
- Evita confrontaciones emocionales por promociones o aumentos denegados.
- Enfócate en posicionarte como un profesional valioso para futuros empleadores.
Ejemplo práctico: Transferibilidad de habilidades
En mi carrera, trabajé en industrias diversas: tabaco, cosméticos, ventas de software y más. En cada cambio, vendí mis habilidades adaptables. Por ejemplo:
- En British-American Tobacco, ascendí a Gerente de Cuentas Militares en 15 meses.
- En Revlon, fui Gerente Divisional en Los Ángeles.
- En Packaging Corporation of America, logré tres años récord de ganancias como Gerente Nacional de Ventas.
Esto demuestra que el talento y profesionalismo son aplicables en cualquier sector.
Elige oportunidades alineadas a tu valor
Investiga a fondo antes de aceptar un nuevo empleo:
- Habla con empleados y clientes de la empresa.
- Evalúa si su cultura laboral se ajusta a tus necesidades.
Si encuentras problemas ocultos, explícalos como «factores desconocidos» al justificar un cambio rápido.
Conclusión
Tu valor personal es un proceso continuo. Revisa, ajusta y mantén un enfoque claro en tus metas. Documenta todo, sé flexible, pero fiel a tus principios. Como dice Quetzalcóatl Oaxaca:
«Tu ‘juego’ depende de ti: cómo planeas, actúas y proteges lo que te define».